¿Cómo alteró la revolución mexicana las instituciones políticas y las relaciones cívico-militares?

¿Cómo alteró la revolución mexicana las instituciones políticas y las relaciones cívico-militares?

Respuesta

Si examinamos el desarrollo político y las relaciones institucionales que siguieron a la revolución en las décadas de 1920 y 1930, queda claro que los fundamentos de las relaciones políticas que caracterizaron a México durante el siguiente siglo pueden rastrearse en ese periodo. Es esencial señalar que los mexicanos que lograron tomar el control del proceso político después de 1920, con pocas excepciones, formaron parte de las fuerzas revolucionarias que determinaron el resultado de la década de la violencia de 1910 a 1920. Los generales de alto rango se convirtieron en los presidentes, los secretarios de defensa nacional, los comandantes de zona provinciales y, a menudo, los gobernadores durante las dos décadas siguientes. Debido a que estos generales eran el producto de un ejército popular, en efecto múltiples movimientos guerrilleros, tuvieron que institucionalizar el cuerpo de oficiales y eliminar gradualmente un gran número de veteranos del servicio activo. Los dirigentes establecieron una nueva escuela militar, que se convirtió en el Heroico Colegio Militar, en la década de 1920. Desarrolló un plan de estudios autoritario y estricto centrado en la obediencia al oficial superior y al presidente. Este fue un logro notable, ya que sectores en declive del ejército popular existente se rebelaron, sin éxito, contra el gobierno en 1923, 1927 y 1929.

Los generales revolucionarios, bajo el liderazgo del ex presidente Plutarco Elías Calles y tras el asesinato del presidente electo Álvaro Obregón en 1928, decidieron crear una organización política, el Partido Nacional Revolucionario, para cooptar a individuos políticamente ambiciosos, tanto militares como civiles, y crear un sustituto del liderazgo personalista. Está claro que aunque Calles inició este concepto para promover sus propias ambiciones políticas personales, involuntariamente proporcionó una estructura para una élite colectiva en circulación que surgió de la era revolucionaria. El presidente Lázaro Cárdenas, uno de los últimos generales revolucionarios en gobernar México, añadió varias características adicionales que reforzaron el control de los actores civiles, a la vez que concentraron más influencia en el poder ejecutivo. Formalizó cuatro sectores en el partido, creando un sistema corporativista en el que los grupos ocupacionales estarían representados en la organización del partido y en el Congreso. Estableció sindicatos y organizaciones empresariales para canalizar las demandas de esos grupos hacia el gobierno. Para fortalecer su propia posición como presidente y eliminar su subordinación a su antiguo mentor, el general Calles, Cárdenas alteró la Constitución para impedir que los miembros de la cámara baja del Congreso fueran reelegidos consecutivamente, una política que se mantuvo en vigor hasta 2018. Esto debilitó al Congreso, al tiempo que fortaleció el poder ejecutivo sobre los candidatos a diputados. Aunque de la época revolucionaria surgieron otros muchos principios políticos, los principios de subordinación militar al control civil y una organización política fuerte y unificada controlada por un poder ejecutivo dominante determinaron muchos aspectos del proceso político hasta el año 2000.


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