¿Cómo es el Sistema Bicameral de Chile?

¿Cómo es el Sistema Bicameral de Chile?

En el sistema constitucional bicameral de Chile, la Cámara de Diputados, la cámara baja, está compuesta por 120 miembros elegidos por un período de cuatro años, dos por cada uno de los 60 distritos electorales. El Senado tiene 38 miembros elegidos, dos por cada uno de los 19 distritos, elegidos por un período de ocho años: hay elecciones para la mitad de los escaños cada cuatro años, simultáneamente con las elecciones a la Cámara de Diputados. Hay además nueve miembros no electos, los senadores “institucionales” o “designados”, nombrados por el Consejo de Seguridad Nacional (cuatro), la Corte Suprema (tres) y el presidente (dos), y un miembro vitalicio ex oficio, el ex presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle. (Los 13 distritos senatoriales originales de la constitución de 1980 se ampliaron a 19 en las reformas constitucionales de 1989 para reducir el poder de los senadores no elegidos). Estos acuerdos fueron negociados por Pinochet y sus partidarios al caer del poder durante la transición a la democracia.

Los partidos, coaliciones o independientes presentan listas, normalmente con un máximo de dos candidatos por distrito, en las elecciones tanto a la Cámara de Diputados como al Senado. Los electores votan al candidato de su elección. El primer escaño corresponde a la lista más votada en total: el representante elegido es el candidato individual de esa lista más votado. Para obtener los dos escaños, la lista más votada debe obtener el doble de votos que la segunda lista. Este sistema obliga a los partidos a formar coaliciones electorales porque el umbral efectivo es muy alto: se necesita el 33,4% del total de votos de la lista más votada para obtener un escaño. Sin embargo, una lista necesita recibir el 66,7% del total de los votos para tener garantizados los dos escaños.

Hay dos grandes coaliciones electorales, que en 2001 ganaron todos los escaños de la Cámara de Diputados excepto uno. La Concertación por la Democracia, de centro-izquierda, está formada por cuatro partidos opuestos al régimen de Pinochet (los socialistas, el Partido de la Democracia, los demócratas cristianos y los radicales) y gobernó desde el retorno a la democracia en marzo de 1990 hasta marzo de 2010. La oposición de derecha Alianza por Chile (la Unión Demócrata Independiente, UDI, y Renovación Nacional, RN) apoyó al régimen de Pinochet. En la práctica, la lista de la Concertación contiene un candidato de cada una de las dos agrupaciones de la coalición, es decir, uno de la Democracia Cristiana y otro de los Socialistas, el Partido de la Democracia y los Radicales. No hay ningún distrito en el que haya competencia entre los socialistas y el Partido de la Democracia. En la lista de la oposición, la UDI y Renovación Nacional presentan normalmente un candidato cada uno en todos los distritos.

El resultado de este sistema electoral es que en casi todos los distritos hay un representante de la Concertación y otro de la Alianza por Chile. El sistema podría crear una competencia entre los dos candidatos de una lista por el único escaño que ganará, pero en la práctica incluso esto está muy limitado por el acomodo de las élites dentro de ambas coaliciones.

Este sistema electoral es único porque en la práctica favorece a la mayor minoría, no a la mayoría. Por tanto, no es un sistema mayoritario. Es un sistema que utiliza un mecanismo proporcional, pero los resultados que produce no son proporcionales, ya que permite que una lista electoral obtenga la mitad de los escaños con sólo el 34% de los votos. La única razón por la que esta distorsión no se ha producido en la práctica son los límites de la competencia electoral.

El sistema electoral fue establecido por el régimen militar tras el plebiscito del 5 de octubre de 1988. El plebiscito tenía dos objetivos: aprobar la constitución de 1980 y elegir al general Pinochet como presidente por otros ocho años. En esta elección no competitiva (no había otro candidato), Pinochet fue derrotado por la Concertación. Esto desencadenó la transición a la democracia, con elecciones parlamentarias y presidenciales en 1989, siendo la elección presidencial ganada por el candidato de la oposición Patricio Aylwin (Demócrata Cristiano). El sistema electoral fue diseñado para favorecer a los dos partidos de derecha, que habían apoyado la candidatura de Pinochet, ante la previsible victoria electoral de sus oponentes.

En las tres elecciones presidenciales y las cuatro parlamentarias celebradas entre 1990 y 2000, la Concertación ha sido la más votada, pero nunca ha controlado el Senado porque la mayoría de los senadores institucionales han apoyado a la oposición.

¿Qué Inconvenientes tiene el Sistema Bicameral de Chile?

Los inconvenientes del sistema binominal para los partidos y para la democracia han sido descritos por la literatura.

Se han planteado varias objeciones al sistema electoral. En primer lugar, obliga a los partidos a formar coaliciones electorales debido al elevado umbral de votos necesario para obtener un escaño. En segundo lugar, tiene un impacto negativo en la representación porque ha mantenido al Partido Comunista fuera del Congreso, a pesar de su relevancia hasta 1973 y de su participación del 5-7 por ciento del voto nacional en la nueva democracia. En tercer lugar, dado que cada coalición suele obtener un escaño, la verdadera contienda tiene lugar entre los partidos miembros, y no entre alianzas y partidos rivales. Estas disputas ponen en peligro la estabilidad de las coaliciones; en las elecciones al Senado de 2001, la UDI y RN las evitaron y nombraron a un único candidato de consenso en siete de los nueve distritos, o presentaron sólo a un competidor débil que no desafiaría al candidato de la dirección. En cuarto lugar, el sistema otorga un enorme poder a los dirigentes de los partidos, que prácticamente eligen a los ganadores cuando confeccionan las listas. Sin competencia real en muchos distritos, las elecciones tienen poco interés para los votantes, y menos aún cuando no hay un candidato de su propio partido al que votar.

Las deficiencias llevaron, en su momento, al gobierno a proponer que haya reformas electorales y a sugerir que, en lugar de los distritos de dos miembros, serían más apropiados distritos más grandes que dieran resultados más proporcionales. Sin embargo, esto ha avanzado poco porque los partidos de la Concertación temen la incertidumbre resultante y la oposición defiende el sistema actual por la ventaja que les da.


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