¿Cómo puedo saber si mi hijo sólo está experimentando con el alcohol y las drogas o tiene un verdadero problema con ellos?

¿Cómo puedo saber si mi hijo sólo está experimentando con el alcohol y las drogas o tiene un verdadero problema con ellos?

Más del 90% de los niños habrán probado el alcohol cuando se hayan graduado en el instituto, lo que hace que la experimentación con el alcohol sea una experiencia bastante normal. La mayoría de los jóvenes son lo suficientemente maduros como para reconocer que el consumo excesivo de alcohol no es placentero ni está en sintonía con sus objetivos de buscar trabajo, familia o educación superior. Los niños que se meten en problemas con el alcohol son los que han empezado a perseguirlo como un fin en sí mismo. Como resultado, la vida escolar y familiar se resiente, y estos niños empiezan a relacionarse sólo con ellos mismos o con otros niños con problemas similares. Si un adolescente es sorprendido consumiendo sustancias, lo reconoce y, por lo demás, no muestra problemas con la escuela, la familia o los amigos, la probabilidad de que sufra un trastorno por abuso de alcohol es baja.

Criterios de los Centros de Control de Enfermedades para el TEAF:

Criterio 1:

-Bebida compulsiva (más de 2 a 3 bebidas por ocasión) -Consumo diario (1 a 2 bebidas por día)

-Uso en el primer trimestre frente al tercer trimestre

Criterio 2: Retraso en el crecimiento

-Disminución del perímetro cefálico -Disminución de la estatura -Disminución del peso

Criterio 3: Al menos dos rasgos faciales

-Filtro indistinto -Fisuras palpebrales cortas -Labio superior delgado

Criterio 4: Trastornos del neurodesarrollo

-Deterioro de la inteligencia -Retraso del desarrollo del habla -Deterioro de la motricidad fina -Trastorno por déficit de atención -Problemas de apego -Discapacidades de aprendizaje -Deterioro de la audición

Sin embargo, un nivel bajo no significa que no exista, y hay que mantener cierto grado de vigilancia. Hay otros factores de riesgo que hacen sospechar, independientemente de la vida escolar o familiar. Los factores de riesgo individuales incluyen otros trastornos psiquiátricos, como el TDAH, rasgos temperamentales específicos como el interés por la búsqueda de novedades, la irritabilidad, la impulsividad y la alta actividad motora. Otros factores de riesgo son los antecedentes familiares de alcoholismo o abuso de sustancias, la falta de apego de los padres o los padres que tienen un estilo de gestión generalmente permisivo. Los niños que se vinculan más rápidamente a sus compañeros a una edad más temprana y siguen su ejemplo en lugar de sus padres también corren un mayor riesgo. Por último, otros factores de riesgo del entorno son el nivel socioeconómico más bajo y los barrios con mayores índices de delincuencia. Los accidentes con automóviles, bicicletas e incluso monopatines deberían hacernos sospechar que el consumo de alcohol u otras drogas está implicado. Otras señales de alarma son la actividad sexual insegura o ser víctima o autor de un acto violento.


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