Mi familiar es alcohólico y se niega a recibir ayuda. ¿Qué debo hacer?

Mi familiar es alcohólico y se niega a recibir ayuda. ¿Qué debo hacer?

Aparte de unirse a un grupo de apoyo, puede dar varios pasos para ayudar a su familiar. El verdadero reto será abordar el tema del consumo de alcohol o drogas de forma no amenazante y sin juzgar. En primer lugar, puede considerar formas alternativas de hablar del problema. En segundo lugar, hable con su familiar de sus experiencias con el alcohol en el pasado, incluida la infancia. ¿Cuáles eran los hábitos de consumo de sus padres? Describa diversas estrategias para afrontar situaciones estresantes, tanto en el pasado como en la actualidad. Hable sobre el alcohol como forma de afrontamiento, que puede haber funcionado al principio pero que en la actualidad conduce a comportamientos inaceptables. Al relacionar su consumo de alcohol con comportamientos negativos de afrontamiento, utiliza preguntas abiertas para no parecer acusador o amenazante. Éstas permiten la discusión y no terminan con respuestas de sí o no. Si reconoce que el consumo de alcohol puede ser un medio para afrontar un problema emocional, como la depresión, sugiera a su cónyuge que busque asesoramiento o la atención de un psiquiatra. En tercer lugar, si su cónyuge no reconoce que tiene un problema, puede dejarle folletos de varias organizaciones de tratamiento del alcohol por toda la casa para que se informe. A continuación, si sigue negándose a recibir ayuda, puede sugerirle una separación o proponerle alguna otra medida drástica, que puede interpretarse como coacción. No se trata de coacción en la medida en que le estás dando a esa persona una opción, aunque con consecuencias concretas que os afectan a ambos.

La cuestión es tu salud y seguridad y la de tu ser querido o la enfermedad crónica y la posible muerte. No amenaces. Prepárate para establecer una serie de consecuencias y cumplirlas. Cuando establezca las consecuencias, asegúrese de utilizar mensajes con “yo”, que transmiten menos culpa. El siguiente es un ejemplo de mensaje “yo”: Cuando te pones a abusar verbalmente después de haberte tomado un par de copas (el comportamiento), me siento impotente y mis sentimientos se ven heridos; entonces me deprimo (tus sentimientos). Si sigues abusando verbalmente de mí y no dejas de beber o buscas ayuda para ti, entonces tendré que irme por el bien de mi propia salud mental (las consecuencias). La fórmula de los mensajes “yo”:

Cuando _____ (describa el comportamiento).

Entonces me siento ______ (describe cómo te sientes).

Consecuencias __ (describa cuáles serán las consecuencias).

Muchos clínicos piensan que la adicción es una enfermedad familiar porque afecta a todos y cada uno de los miembros de una familia; por lo tanto, la terapia individual y familiar son ingredientes esenciales para la recuperación, así como la asistencia a grupos de apoyo.

Si los repetidos intentos de hablar con el miembro de la familia sobre el problema han fracasado, es el momento de actuar. Recuerde que, en última instancia, un individuo tiene poco control sobre el comportamiento de los demás. No se puede obligar a alguien que sufre de alcoholismo a seguir un tratamiento. En ese contexto, la separación es una medida legítima para protegerse de los peligros de seguir bebiendo en exceso. Es muy importante dejar de sacar a la persona de los problemas relacionados con el alcohol. Esto sólo refuerza la negación y perpetúa el problema, ya que la persona nunca aprecia plenamente los peligros que le está causando su consumo de alcohol o drogas.

Muchos clínicos piensan que la adicción es una enfermedad familiar porque afecta a todos y cada uno de los miembros de una familia; por lo tanto, la terapia individual y familiar son ingredientes esenciales para la recuperación, así como la asistencia a grupos de apoyo. La recuperación requiere un compromiso de por vida por parte del individuo y de la familia. El pronóstico es mejor si los miembros de la familia también participan en el tratamiento. Por último, considere la posibilidad de realizar una intervención. Muchas de estas organizaciones tienen recursos que pueden ayudarle a realizar una intervención de grupo. Lo mejor es recurrir a un especialista en intervenciones profesionales para que guíe el proceso y apoye a la familia a enfrentarse a la negación del alcohólico. En una reunión privada con los miembros de la familia, los amigos, los empleadores y los compañeros de trabajo, junto con un especialista en intervenciones, confronte al abusador sobre el problema que la bebida y/o las drogas le están causando personalmente en el hogar y en el trabajo, así como los efectos en su cuerpo. Los hechos y las pruebas objetivas se presentan de forma tranquila y no emocional. Durante la intervención, la familia y otras personas también identifican las consecuencias que se producirán si el comportamiento continúa y el miembro de la familia adicto se niega a recibir ayuda (véase la pregunta 46 para más información).


Posted

in

by

Tags:

Comments

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *